¿Cómo te sientes cuando lees un artículo y ves que el autor se ha olvidado los signos de apertura en las interrogaciones y las exclamaciones?
Sí, es cierto que, con el auge del smartphone junto con la influencia del inglés, el desuso de los signos de apertura de exclamaciones e interrogaciones en lengua española va en aumento y hay pocos quienes se siguen esmerando en usarlos.
Te pueden parecer anticuados, inútiles, lo que sea, pero la normativa no ha cambiado y no usarlos en tus textos sigue siendo incorrecto. Por eso, cualquier profesional que ofrezca sus servicios de redacción a cambio de dinero debería saberlo. Porque conocer y respetar la herramienta con la que uno desea ganarse el pan debe formar parte del valor que ofrece por esos servicios. Eso es así y, de no hacerlo, se estaría ofreciendo un servicio deficiente al cliente.
Por eso, si tú eres una de esas empresas o personas a quienes sí les importa la calidad lingüística de los textos de su web, de su blog o de sus campañas de marketing, te voy a indicar cinco claves que te van a ayudar a contratar al redactor de contenidos adecuado para ti. Hay dos tipos en el mercado y primero te explicaré cómo diferenciarlos.
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Tipos de redactores
En internet pueden verse generalmente dos tipos de redactores:
- los NO redactores profesionales, pero que son profesionales y expertos en un campo sobre el que escriben
- y los redactores profesionales que sí viven de escribir y conocen de algunas materias
Según sean tus necesidades, podrás preferir trabajar con un perfil o con el otro, y su diferenciación te ayudará a entender qué puedes esperar de cada profesional al contratar sus servicios. Así que veamos cada uno de los dos perfiles con más detenimiento.
El no redactor profesional especializado en la temática que te interesa
Para decirlo de una forma más sencilla, este sería un profesional que es experto en su propio campo pero, generalmente, con menos conocimientos de los usos normativos de la lengua. Sin embargo, no hay nadie como un experto en un tema para hablar sobre ese tema. Y habrá casos que lo que necesites sea contar con los conocimientos de un experto para desarrollar en profundidad un artículo muy específico y que, por tanto, te convenga más este perfil.
En estos casos, una forma de garantizar unos resultados óptimos, tanto del contenido como de la forma, es contratar después los servicios de un corrector profesional que pueda revisar el texto final antes de publicarlo. De este modo, te asegurarás una calidad óptima, tanto lingüística como del contenido.
La lengua como herramienta de trabajo de un profesional de la redacción
Dicho lo anterior, volveré a formularte la pregunta de antes con un ligero cambio.
¿Cómo deberías sentirte cuando lees un artículo y adviertes que el autor se ha olvidado de usar los signos correspondientes de apertura en las frases interrogativas y exclamativas?
También, si me lo permites, te voy a adelantar mi respuesta. Así es cómo deberías sentirte.
Que no estás ante un texto escrito por un profesional de la redacción.
Por eso, a continuación, te voy a dar cinco claves que te ayudarán a distinguir a un perfil de redactor que además sabe de lengua al de otro que no sabe, para que tú elijas cuál necesitas contratar para tus necesidades.
Toma nota pues porque un redactor profesional que sabe de lengua nunca cometería estos errores:
1. Escribir los titulares de un artículo usando las mayúsculas en todas las palabras
Solo se debe usar mayúscula en la primera palabra del artículo. Lo mismo pasa con los títulos de libros, películas, etc. Así que si estás pensando en autopublicarte, recuerda antes esta regla sobre las mayúsculas.
Aquí tienes la normativa descrita por la propia RAE: Las mayúsculas en los títulos.
2. Escribir dos puntos suspensivos (e incluso cuatro) en lugar de tres
Aunque no solo eso: no dejar espacio tras los puntos suspensivos, abusar de ellos para acabar todas las frases, poner puntos suspensivos después de un “etc.” (es redundante; o usas lo uno o usas lo otro, pero no los dos elementos) o no saber cuándo hay que seguir con minúscula después de suspensivos y cuándo en mayúscula porque se trata de una frase nueva la que sigue.
Aquí tienes la norma: Los puntos suspensivos.
3. Desconocer el uso incorrecto de la coma criminal
NO se escribe coma entre el sujeto y el verbo de una frase (a no ser que en medio haya incisos, los cuales se abren con una coma y se cierran con otra), pero entre sujeto y verbo, por largo que te parezca un sujeto NO debe ir nunca coma. Puedes leer más sobre la coma criminal en esta entrada de la Fundéu.
4. Emplear el famoso “súper” versus el menos famoso pero más correcto “super-” sin acento
Lo veo escrito a diario, en artículos de blogs o en incluso en publicaciones en LinkedIn: “súper emocionante”, “súper interesante” o el “súper nuevo”.
En estas construcciones, “super-” sería una preposición y, como el resto de preposiciones, tal como indica la RAE, debe ir pegada al sustantivo, adjetivo o adverbio al que modifica, y no como una palabra aparte.
Esto no significa que “súper” con tilde y como palabra autónoma no existe. Existe y tanto, pero no con el sentido para el que se usa generalmente de forma errónea para modificar un adjetivo o un sustantivo. A continuación, ve los casos en los que usar “súper”, con tilde y separado, sería correcto:
- Uno va al súper a comprar manzanas.
- Súper es la gasolina que muchos coches usan.
- Y súper, genial o fantástico es el rato que hemos pasado juntos.
Más allá de estos tres usos, nunca se debe poner acento y al “super-” que usamos para enfatizar un adjetivo como “estupendo” se debe escribir junto y sin tilde. Así: “superestupendo”. Quizás te parezca raro verlo así, pero peor es estar hablando del supermercado delante de eso estupendo, ¿no te parece?
Para más información sobre lo que explica la RAE de todo esto puedes consultarlo aquí.
5. Escribir mayúscula cuando no se debe y además de forma inconsistente
Y, finalmente, pero no por eso menos importante, te voy a dar otra clave sobre el uso de la mayúscula, tan erróneamente extendido, que quizás hasta te sorprenda, perola norma también es muy clara en lo que se refiere al uso de la mayúscula en español.
Escribir días de la semana, meses del año, nombres de profesiones como diseñador gráfico, copywriter, redactor freelance en mayúsculas es incorrecto.
Si no escribes enfermero, ni médico, ni carpintero, ni vendedor ambulante en mayúscula, ¿por qué piensas que deben llevarla profesiones como diseñador web, copywriter o redactor freelance?
Lo veo cada día en sitios como LinkedIn y me sorprende un poco el hecho de que un redactor o un copywriter se refieran a sí mismos como Redactor y Copywriter. Mira, ni el rey Felipe lleva mayúscula, imagínate. Y es que ni los cargos ni las profesiones se escriben en mayúscula en español. De hacerlo estarías cometiendo un error de ortografía.
Aquí tienes la regla: ni oficios ni cargos llevan mayúscula, ya que se tratan de nombres comunes.
Si te interesa aprender más sobre el uso de las mayúsculas, también puedes obtener más información aquí: 6 usos incorrectos de las mayúsculas que seguro no conoces: mejora tu estilo de redacción.
Para concluir, si lo que buscas es un experto en una temática porque tus textos son técnicos y muy específicos y es importante que la persona que los escriba entienda de ese tema, fantástico; solo asegúrate que los revise un corrector profesional antes de publicarlos. Si tus textos son más generales y buscas un redactor freelance profesional para ello (y te importa la calidad lingüística, claro está, y quieres ahorrarte el paso del corrector), asegúrate de que ese redactor sea conocedor también de los usos normativos de la lengua.
Anótate las cinco claves que te he mencionado en este artículo y verás cómo eso te ayuda a contratar al redactor de contenidos más adecuado para tus necesidades específicas. Tu reputación, imagen y autoridad se verán beneficiadas.
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