Pasos (o reflexiones) que debes realizar antes de traducir tu sitio web

Traducir mi sitio web

Traducir o no traducir tu sitio web, esta es la cuestión…

Sea por el motivo que sea, cuando una marca o empresa decide traducir su web a otro idioma aparte del idioma nacional, todas comparten un objetivo común: generar más ventas, o lo que es lo mismo, CRECER.

Y eso es, pues, lo que puedes conseguir tú traduciendo tu sitio web si tienes un negocio que quieras hacer crecer traspasando fronteras. Y a pesar de eso, te diría una cosa. Piénsatelo. Ya que la pregunta que sigue es la siguiente: ¿Es esto algo que puede aplicarse a todos los negocios?

Y es importante responderla antes de lanzarnos con un proyecto de esta envergadura, ya que la inversión y el trabajo que implica pueden ser significativos. Así que veamos cómo puedo ayudarte a hallar la respuesta a esta pregunta en tu caso.

Cómo decidir si traducir tu página web es una inversión que va a valerte la pena

Cuando invertimos en nuestro negocio lo hacemos siempre con la intención de que nos aporte algo a cambio, es decir, que nos genere un “retorno sobre la inversión”, el famoso ROI.

El retorno sobre la inversión (ROI) es un indicador que nos permite evaluar la rentabilidad de una inversión sobre la base del capital destinado y al beneficio obtenido”.

Y es que traducir tu página web es algo que hay que ver como una inversión y no un gasto. Y, aun así, no tendría sentido invertir en un proyecto de este calibre solo por el mero hecho de dinamizar nuestra web, que es lo que a muchos nos pasa por la cabeza a veces.

Y es que hay muchas otras cosas que también puedes hacer para mejorar la conversión de tu sitio web sin tener que meterte en el terreno de la traducción, como, por ejemplo, invertir en un buen texto trabajado con técnicas persuasivas de copywriting.

Yo, aquí, de hecho, te aconsejaría primero trabajar un buen texto con técnicas de copywriting que convierta para cada una de las páginas de tu web antes que ponerte a traducir tu sitio, pues es posible que incluso la traducción no te sirviese de mucho si tus textos originales no son de calidad.

Pero si estás aquí seguramente sea porque ese paso ya lo has dado y ahora te estás planteando dar un paso más allá y quizás traducir tu copy. Obviamente, todavía tienes dudas y buscas respuestas que te sirvan de guía y te ayuden en tu decisión.

Existen ciertos factores, no obstante, que te pueden ayudar a decidir si esta es una opción aconsejable en tu caso.

Esto es lo que yo haría. A grosso modo:

  • Decidir mi objetivo, y con ello mi buyer persona.
  • Comprobar si mi sitio web actual está preparado para poder soportar varios idiomas.
  • Comprobar si, en efecto, dispongo del presupuesto para lanzarme con el proyecto.

Espero que esto te ayude un poco de entrada pero, si quieres, sigamos y desmiguemos juntos todos estos factores uno por uno.

1. ¿Está tu web técnicamente preparada para soportar un sitio multilingüe?

Esto es bastante determinante si tu presupuesto de partida es limitado, pues es posible que tengas que invertir también en corregir este aspecto técnico aparte de en la mera traducción de los contenidos.

Acude a tu desarrollador web y consulta con él/ella ese aspecto antes de seguir adelante.

2. Cuál es tu target

O hablando en plata, ¿para quién quieres traducir tu web?

Obviamente, si vas a traducir tu web, por ejemplo, debes decidir a qué idioma o idiomas y, para ello, es importante que previamente tengas claro a qué mercado de destino quieres dirigirte.

Huelga decir que, en muchos casos, traducir el inglés como lengua vehicular es una de las opciones más populares e inteligentes, pues, como sabemos, es la lingua franca para muchos usuarios en la Red.

Es por ello que, si eres una empresa pequeña o emprendedor con un presupuesto limitado y con un mercado destino poco definido, al traducir tu web al inglés puedes abarcar campos más ambiguos y amplios.

Pero no te olvides que el objetivo final es acercarte a tus usuarios en su propia lengua, por lo que si, por ejemplo, eres un pequeño hotel en la Costa Brava con un claro número superior de visitantes franceses en comparación a cualquier otra nacionalidad, está claro que tu mejor apuesta será traducir tu sitio web, antes que nada, al francés.

2. Presupuesto

Abrimos melón.

Siempre planea antes el presupuesto para traducir tu web

Como en todo en la vida, aquí tienes varias opciones. De menos a más caras, las voy a ir destripando para ti.

2.1 El camino más fácil y de coste 0.

A lo que estoy segura que dirás: ¿Fácil y gratis?, pues no hay más alegaciones, señoría.

Ve un paso por delante de la competencia

Pues sí, puedes optar por el camino rápido, fácil y de coste 0 y traducir tu página web automáticamente con Google Translate en Chrome. Se trata de usar un plugin que puedes instalar fácilmente en tu CMS.

Esto te permite ofrecer a los usuarios traducciones de todo tu sitio web de inglés a español, por ejemplo, a demanda. El traductor de Google detecta de dónde procede un usuario y les ofrece, si así lo desean, la traducción automática de la página web que están consultando.

2.2 Acudir a un traductor de los que suelen registrarse en plataformas low-cost

Esta opción te va a costar algo de dinero pues aquí ya pasamos a contratar los servicios de una persona humana, pero lo cierto es que también te puedes encontrar con verdaderas gangas.

No obstante, en estos sitios corres el riesgo de contratar a un profesional de dudosa formación. Suelen ser personas – y cuidado que digo “suelen”- que se dedican a ofrecer estos servicios como un extra para conseguir dinero que complemente otro sueldo. Esto quiere decir también que no suelen tener que pagar sus impuestos como otro profesional que haya hecho de la traducción su negocio y ocupación principal.

Básicamente, un gran número de los perfiles que se encuentran son traductores amateurs que ofrecen servicios de traducción porque conocen, o dicen conocer bien, varios idiomas.

Te puedes arriesgar y probar con cualquiera de los muchísimos que hay, pero no olvides que estarás contratando un servicio low-cost en una plataforma low-cost, por lo que no debes mantener tus expectativas muy alta, pues, al contrario de lo que creen muchos, existe un gran diferencia entre conocer 2 idiomas y saber traducirlos.

Traducir una página web implica mucho más que trasladar una frase palabra por palabra de A a B.

Este es el motivo por el que existen estudios universitarios reglados que te ofrecen toda la formación necesaria para emprender un trabajo de ese calado.

3. Acudir a un profesional de la traducción cualificado

Tanto si optas por acudir a una empresa de traducción como a un traductor freelance, debes saber que, aunque varían en función de la empresa, dentro de ese mercado existen unas tarifas más o menos estándar.

Por lo tanto, lo ideal es consultar las tarifas que te puedan ofrecer diversos profesionales o pedir un presupuesto por adelantado y, a partir de allí, decidir si eso se ajusta a tu estimación de gastos y al perfil que estés buscando.

Recuerda también que es importante localizar un servicio de traducción especializado en el entorno web.

Tú debes decidir si te vale la pena o no hacer una inversión mayor o menor para tu empresa y qué tipo de resultados esperas obtener.

Al fin y al cabo, esto no es diferente a contratar a un diseñador web, aunque para muchos la traducción web sea ese hermano pequeño más desconocido.

Como tantas otras cosas en el mundo, traducir tu web, si lo quieres hacer bien y obtener un resultado de calidad, es algo que requiere tiempo, habilidades, formación y conocimientos sólidos especializados. Y, como con todo en la vida, te puedes ir al bazar chino y gastarte 2 euros o puedes optar por un servicio profesional y de calidad, es decir, un servicio que te va a costar algo de dinero.

Un traductor profesional lleva muchas horas, cursos y conocimientos a sus espaldas por un motivo: porque en el proceso de traducir no se trata de conocer otros idiomas a medio gas, ni de usar el diccionario y traspasar de A a B lo que este te diga, sino que hay muchas, muchísimas, decisiones que deben tomarse en el proceso. Y son decisiones que van más allá del significado llano de las palabras.

Se trata de transmitir el mismo mensaje en dos lenguas diferentes sin perder la efectividad, el tono y el matiz. Se trata de adaptar las palabras y expresiones de la lengua original a la cultura de salida. Se trata de conocer perfectamente el idioma de llegada para hacer un uso correcto de la lengua, sin faltas y sin incorrecciones gramaticales, y poder ofrecer unos textos finales de calidad.

Te planteo este reto, por ejemplo. Intenta traducir “Do one”, en el traductor de Google.

Traducción inglés español

Pues eso. No hay más alegatos, señoría.

No sé si sabes qué significa, pero te puedo decir que es una expresión que se usa para invitar a alguien a que se pierda… En este caso sin improperios 😉

O pídele a un traductor sin formación pero que se “le dan muy bien las lenguas” que te traduzca esto:

Without prejudice to the entitlement of a retiring trustee to request that he or it be granted an express indemnity on retirement the right of indemnity conferred by paragraph 3.1 shall endure following the retirement death or (as the case may be) liquidation of a Trustee (an “Outgoing Trustee”) to the intent that an Outgoing Trustee and his personal representatives or (as the case may be) its liquidator shall be entitled to assert the same rights of indemnity in respect of costs expenses or other liabilities of whatsoever nature (including any taxes for which the Outgoing Trustee is personally liable) as the Outgoing Trustee would have been entitled to assert under paragraph 3.1 had the Outgoing Trustee remained in office as a trustee of this Will at the time when the right of indemnity is asserted provided that the foregoing right of indemnity shall be limited to the assets which remains in the custody or control of the trustees of the Will.

¿Te quedaste sin aire antes de llegar al final? Pues eso…

La traducción jurídica es, por ejemplo, una de las temáticas más complicadas. Los textos legales no son solo difíciles de interpretar incluso en la lengua propia, sino que además la cosa se complica más a la hora de tener que traducirlos. Para ello, hay que conocer el sistema jurídico de ambos países a fin de poder ser precisos a la hora de proporcionar una traducción fidedigna y de calidad.

Estos son solo unos ejemplos. Sin embargo, yo te reto a intentarlo si crees que cualquier persona con conocimientos de lengua puede traducir cualquier texto. Porque ahí, verdaderamente, está el quid de la cuestión…

Cuando nos preocupamos tanto de la calidad de nuestros textos en la lengua origen, ¿por qué no deberíamos ser lo mismo cuando deseamos comunicarnos con nuevos usuarios en otros idiomas?

Por este motivo, si eres puntilloso y no te gustan las medias tintas cuando se trata de calidad para los aspectos de tu negocio, la mejor recomendación es acudir a un profesional que cuente con la formación y conocimientos necesarios para traducir tus textos importantes.

Como has visto, son varias las cosas que deben tenerse en cuenta antes de pasar a la acción y contratar un servicio de traducción profesional que se ajuste a tus necesidades y circunstancias. Primero, consultar con un experto web la arquitectura de tu sitio para conocer cuál es tu mejor opción a la hora de gestionar un sitio multilingüe. Luego, debes hacer tus números y decidir cuánto estás dispuesto a invertir por un servicio de este tipo. Y, finalmente, deberás decidir si tus recursos te permiten gestionar una o varias lenguas y cuáles son tus prioritarias.

¿Quieres traducir tu web?

La elección, como siempre, es tuya, y mi objetivo no es otro que el de ayudarte en tu proceso de toma de decisiones.

En resumen, traducir tu página web es algo que puede ayudarte en una estrategia de marketing para aumentar las ventas de tu negocio, pero si tu caso no se acomoda a los puntos anteriores, quizás debas replantearte que invertir en la traducción de tu web solo para dinamizarla, no sea la opción más recomendable para tu caso.

Pero, lo más importante ahora es cómo lo ves tú: ¿Crees que vas a traducir tu sitio web? Si es así, ¡felicidades! Seguro que has dado con la decisión acertada. No obstante, si todavía te quedan dudas, cuéntame tu caso en los comentarios y estaré encantada de ayudarte a despejarlas.

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